de su lengua materna, a excepción de unos cuantos.
Vocabulario y significado. Hacia los seis años, el vocabulario expresivo de los niños aumenta hasta casi 2,600 palabras, y su vocabulario receptivo alcanza la impresionante cantidad de 20,000 palabras.
También es probable que no entiendan el modo subjuntivo (“si yo fuera mariposa”), ya que carecen de la habilidad cognoscitiva para razonar acerca de situaciones que no son verdaderas (“pero tú no eres una mariposa”). Suelen entender de manera literal las afirmaciones y, por lo tanto, interpretan erróneamente el sarcasmo y las metáforas. Por ejemplo, su comprensión de las fábulas es concreta, sólo como historias y no como lecciones morales.
Gramática y sintaxis. Durante un breve periodo, los niños podrían utilizar adecuadamente las formas
irregulares de ciertas palabras, como si dijeran lo que han escuchado. Luego, conforme empiezan a aprender las reglas, hacen una sobrerregularización de las palabras al aplicar las reglas a todo. Los niños que alguna vez dijeron “Nuestro coche está descompuesto”, empiezan a insistir en que, “Nuestro coche está descomponido”. Los niños dominan de forma temprana las nociones básicas del orden de las palabras, o sintaxis, de su lengua materna. Otro aspecto de la sobrerregularización de lenguaje implica la sintaxis. Como el orden común en inglés (y en muchos otros idiomas) es sujeto-verbo-complemento, los niños preescolares que están empezando a dominar las reglas del idioma tienen problemas con oraciones en cualquier otro orden.
Pragmática. La pragmática implica el uso adecuado del lenguaje para comunicarse en situaciones sociales: cómo participar en una conversación, decir una broma, interrumpir, mantener una conversación o ajustar su lenguaje a quienes lo escuchan.
Alfabetismo emergente. Las habilidades y el conocimiento que generalmente se desarrolla en la etapa preescolar que sirve como base para el desarrollo de la lectura y la escritura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario